Siempre se ha asociado la presencia de Diabetes Mellitus tipo 2 con la aparición de problemas en los mecanismos de erección. ¿Qué hay de verdad en todo esto? En esto hay mucha certeza, ya que esta enfermedad debilita y daña algunos aspectos del sistema nervioso, lo que puede reflejarse en impotencia masculina y problemas de vejiga.
La presencia de disfunción eréctil es causante de sufrimiento y una pérdida progresiva de la autoestima en aquellas personas que lo sufren. Por norma general, cuando un paciente viene con este problema y sin ninguna otra enfermedad asociada, se realiza un estudio para averiguar dónde está la raíz.
En este artículo vamos a repasar por qué la diabetes afecta a nuestra capacidad de mantener el miembro erecto, a la vez que hablamos de otros datos curiosos e interesantes.
Si estás pasando por una situación similar en la actualidad este artículo te será de gran ayuda. ¡Porque la información es poder!
Neuropatía diabética y disfunción eréctil masculina
Es en esencia, un tipo de daño en nuestro sistema nervioso relacionado con niveles altos de glucosa en sangre. Por lo general afecta a todo el cuerpo, no obstante, su incidencia es mayor de cintura hacia abajo.
Más allá del ámbito sexual, esta patología asociada causa efectos desagradables como entumecimientos de los pies, problemas del aparato renal y en el sistema cardiovascular. Existen distintas clasificaciones para la neuropatía diabética. Hoy vamos a centrarnos en la neuropatía autonómica.
Neuropatía autonómica y disfunción eréctil masculina.
El sistema autónomo es conocido por controlar músculos y órganos como el corazón, la vejiga, tracto digestivo, aparato sexual u ojos.
Cuándo este se ve afectado pueden desarrollarse problemas relacionados con cualquiera de estas zonas señaladas anteriormente.
En este caso, observamos en los pacientes una disminución de la respuesta ante estímulos erógenos. Bien sea por el mal funcionamiento nervioso o por el riego sanguíneo irregular.
¿Puedo evitar todo lo anterior?
Como bien sabrás, nada ni nadie nos puede asegurar librarnos de una enfermedad por muchas medidas de precaución que tomemos.
Aun así, puedes disminuir el porcentaje de posibilidades adoptando medidas e implementándolas en tu vida. Si tienes diabetes no te preocupes. De hecho, puedes hacer grandes cambios teniendo en cuenta algunos aspectos.
“En casos determinados existe un factor hereditario mayor, no obstante, las tendencias científicas advierten de que esto no supone nada definitivo”, afirma Héctor Corredor, Director médico internacional en Boston Medical Group.
Cuándo hay una genética que nos expone con mayor facilidad, lo más sensato es tomar todas las precauciones posibles al respecto. Con estos cambios no sólo evitarás la diabetes, sino que tu salud general mejorará de forma exponencial:
- Alimentación saludable. Una cuestión de muchísima importancia. Equilibrar las cantidades calóricas que ingerimos en el día a día, así como los alimentos que elegimos es todo un acierto.
- Haz mediciones de tu índice de grasa corporal. Comprométete de forma progresiva, pero firme para poder llegar a tu peso ideal.
- Selecciona carnes magras con poca grasa. Elimina los alimentos que provocan grandes picos de glucosa en sangre, come verduras y frutas con muchos micronutrientes y vigila que no falte fibra alimenticia de calidad.
- No lo tomes como una dieta. Tómalo como una forma de vivir y agradecerle a tu cuerpo el bienestar brindado.
- Realiza deporte. La práctica regular de deporte ayuda de forma óptima a reducir los niveles de azúcar en sangre.
- Crea un hábito para reducir el peso. Mantenernos felices debido a la inyección de neurotransmisores y mucho más.
- No es necesario hacer grandes cambios repentinos. Todo proceso bien meditado requiere de cambios progresivos.
- Establece metas semanales y supéralas sin prisas para pasar al siguiente nivel. Es beneficioso disfrutar del proceso de mejora y sus resultados.
- Olvida las drogas. Lo imaginabas ¿no? Lo cierto es que las drogas son especialmente malas para tu salud sexual. La impotencia masculina derivada de su consumo puede provenir por el estado psicológico al que inducen o, a su vez, por los daños en el sistema nervioso y vascular.
- Uno de nuestros peores enemigos es el tabaco. Este llega a causar resistencia a la insulina y daños en el tejido endotelial.
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¡Hasta pronto!
Artículo validado por el Dr. Jesse Jarrod Jimenez, Médico Especialista en Cirugía General, Urología, Andrología y Medicina Sexual, integrante del equipo de Boston Medical Group México – Monterrey.
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