Dentro de las herramientas con las que contamos para mejorar la función sexual en hombres y en mujeres nos encontramos con los llamados ejercicios de Kegel, que de hecho tienen un importante protagonismo en las terapias sexuales. Tanto es así que, como vimos en algunos artículos de este blog, la fisioterapia del piso pélvico tiene un rol cada vez más preponderante en la intervención sexológica.
Más allá de tratarse de una técnica relativamente popularizada gracias a internet, debemos decir que también hay bastante desconocimiento en cuanto a sus características, objetivos, beneficios e implementación. Así que decidimos dedicar este post a las preguntas más frecuentes que recibimos en relación a los ejercicios de Kegel.
¿Qué son los ejercicios de Kegel?
En primer lugar queremos mencionar que su nombre es en memoria del doctor Arnold Kegel quien desarrolló esta técnica para sus pacientes allá por la década del 40, indicándola como método para el control de la incontinencia urinaria femenina después del parto.
El propósito principal de los ejercicios es fortalecer los músculos del piso pélvico y mejorar la función del esfínter uretral o rectal, aunque con el tiempo se encontraron además beneficios en la función sexual del hombre y de la mujer.
Su buen resultado depende de la práctica apropiada de la técnica y de un entrenamiento constante y disciplinado siguiendo el programa de ejercicios recomendado por los profesionales.
¿Cuál es su aplicación en Sexología?
Son ejercicios útiles para el tratamiento de diferentes disfunciones sexuales. En el caso del hombre forman parte de los programas de tratamiento de la eyaculación precoz, y también se indican en la disfunción eréctil. Con respecto a las mujeres se recomiendan en disfunción orgásmica, trastornos por dolor y vaginismo.
Su efecto a veces es funcional, otras veces más psicológico, pero vale la pena indicarlos por dos motivos: no tienen contraindicaciones y requieren de poco tiempo para su práctica.
¿Cuáles son los objetivos de los ejercicios de Kegel?
Sus objetivos dependen de la disfunción para la cual son indicados.
En el tratamiento de la eyaculación precoz mejoran el registro de las sensaciones genitales, y por lo tanto su control. Ayudan a diferenciar entre tensión y relajación de los músculos del piso pélvico, algo fundamental considerando que la contractura permanente de esa zona -típico síntoma de ansiedad sexual- promueve el descontrol de la excitación. Y además al tener un buen manejo de esa musculatura el hombre aprender a graduar la tensión y relajación de la misma en diferentes momentos del proceso excitatorio, aprendiendo a regularla.
En el tratamiento de la disfunción eréctil tenemos evidencia -indicada en otros artículos- de que los ejercicios de Kegel mejoran la irrigación sanguínea del pene, y por lo tanto su funcionamiento.
¿Cómo se practica la técnica?
El primer paso es identificar los músculos a trabajar de manera correcta. Es recomendable entonces que al menos una vez se practique el ejercicio al orinar, deteniendo la orina varias veces hasta hacer consciente el proceso. Una vez dado este paso, en cualquier momento y en un lugar cómodo -pero ya no al orinar-, se realice el ejercicio en posición sentado, con el tronco ligeramente inclinado hacia adelante, lo que permite concentrar la fuerza más cerca del área genital. Se contraen los mismos músculos que permiten detener la orina con firmeza, manteniendo la fuerza durante dos segundos. Luego se relajan muy lento. Se repite lo mismo, en total veinte veces. Descansar a continuación unos minutos, y después realizar una segunda serie de veinte movimientos. Descansar otro período, y terminar con otra serie de veinte. Todos los días debe efectuar el mismo trabajo, y cada semana le sumará diez movimientos a cada serie.
¿Solo se trata de practicar el ejercicio, o debemos utilizar la técnicas de alguna manera en las relaciones sexuales?
Lo más importante es la consciencia de la tensión muscular durante las relaciones sexuales, que como decíamos antes lleva a disparar el proceso excitatorio llevando a una eyaculación rápida, y en otros casos bloquea el mecanismo de llenado de sangre de los cuerpos cavernosos del pene y por lo tanto la erección. Mantener relajada la zona del perineo es clave para un buen desempeño sexual.
En el caso de la eyaculación precoz en particular, muchos pacientes logran bajar su nivel de excitación al contraer estos músculos durante unos cinco a diez segundos.
¿Algunas recomendación en particular para realizarlos?
El principal inconveniente de este entrenamiento es la irregularidad, ya que es bastante frecuente que nos olvidemos de hacerlos. Por eso es recomendable realizarlos siempre en el mismo momento del día, o incluso colocar alarmas en el celular. También se desarrollaron aplicaciones de ejercicios de Kegel para hombres y para mujeres que ayudan no solo a recordar sino también a practicar protocolos de ejercitación variados.
Otra recomendación importante es evitar la contracción de músculos que nada tienen que ver con la técnica, como las nalgas, el abdomen y las piernas. El entrenamiento se debe concentrar en los músculos del piso pélvico.
Finalmente, la técnica puede utilizarse por el resto de la vida y tenerla como rutina ya que es preventiva de disfunciones sexuales y de incontinencia urinaria.
Psicólogo. Máster en Sexología Clínica y Terapia de Parejas.
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