Despiertas por la mañana pero una parte de ti -sí, esa- sigue dormida…y no es la primera vez. A partir de los cuarenta, 53% de los hombres sufrirá algún grado de disfunción eréctil (leve, moderada o severa). Los medicamentos orales como el Viagra, son vasodilatadores muy populares para tratar la impotencia sexual masculina, pero no todos pueden tomarlos. Si no eres candidato a las pastillas o el grado es severo, ¿qué opciones hay? Un tratamiento vasodilatador para la disfunción eréctil de aplicación directa, es la solución. Te contaremos todo lo que tienes que saber sobre el tema hoy, ¿nos acompañas?
Cuando la edad avanza hay que cuidarse aún más
Si estás leyendo esto, muy probablemente ya llegaste a la edad de los achaques: te duelen las rodillas, la espalda, tienes sobrepeso, el colesterol alto, mucho estrés, ya no aguantas las desveladas…es normal, a todos nos pasa.
Conforme pasan los años, el cuerpo va disminuyendo su capacidad. Uno aprende a vivir con ciertos malestares propios de la edad pero, cuando una de las capacidades que pierdes, es la de conseguir o mantener una erección, no hay manera de acostumbrarse. No, no es culpa del tedio. La disfunción eréctil causa graves problemas emocionales y también puede ser síntoma de otra enfermedad física más seria. Es hora de ir a visitar al médico.
Los expertos en salud sexual masculina son los indicados para explicarte qué está pasando; qué es la disfunción eréctil, qué la está causando y cuáles son las soluciones disponibles. El tratamiento vasodilatador para la disfunción eréctil de aplicación directa en el pene, es una de las técnicas más usadas y efectivas.
Si “tratamiento vasodilatador” suena a invento del Dr. Chunga o demasiado complejo para quienes no sabemos de medicina, vamos despacio y desde el principio…
¿Qué es la disfunción eréctil?
La disfunción eréctil o impotencia sexual masculina es la incapacidad para alcanzar una erección o mantenerla el suficiente tiempo y con la rigidez necesaria para lograr la penetración. Aunque es más frecuente a partir de la mediana edad (40-50 años), no es que la edad avanzada la ocasione, de hecho, cada vez más hombres jóvenes la padecen, debido a sus estilos de vida o a alguna enfermedad preexistente.
El 90% de los casos de disfunción eréctil se debe a factores físicos, como problemas circulatorios, cardiovasculares, endurecimiento de las arterias (aterosclerosis), lesiones en la médula espinal, diabetes, hipertensión, efectos secundarios de algunos medicamentos… En fin, a cada paciente corresponde una causa o un conjunto de éstas, por eso debe ser un médico especialista quien determine el diagnóstico y tratamiento adecuado.
Para que se produzca la erección, es necesario que los cuerpos cavernosos del pene se llenen de sangre. Si el flujo sanguíneo no llega en cantidad o fuerza suficientes hasta estos conductos, la erección no se produce. ¿Qué hacer entonces? Dilatar (ensanchar, relajar o reabrir) las paredes de las venas y las arterias para que la sangre llegue a donde debe en la forma correcta.
¿Para qué sirven los medicamentos vasodilatadores?
Los medicamentos vasodilatadores sirven para tratar una variedad de afecciones que tienen que ver con la circulación de la sangre, como la presión arterial alta, preeclampsia (presión alta durante el embarazo), insuficiencia cardiaca, hipertensión pulmonar y también la disfunción eréctil. Estos medicamentos abren los vasos sanguíneos, relajando los músculos de las paredes de las arterias y las venas, lo que evita que se endurezcan o estrechen. Así, la sangre pasa por los vasos sanguíneos con mayor fluidez.
Esta es la forma en que actúan los medicamentos orales para la disfunción eréctil. El Sildenafilo (Viagra), Tadalafilo, Vardenafilo o Lodenafil son activos que favorecen la producción de óxido nítrico, encargado de relajar los músculos en los cuerpos cavernosos, lo que permite una adecuada circulación de la sangre que llega al pene. Sin embargo, estos fármacos son de uso muy delicado. Las pastillas para tratar la disfunción eréctil funcionan siempre y cuando se administren en las dosis correctas y a partir del diagnóstico que determine un médico, tomando en cuenta las características, historia clínica, estilo de vida y necesidades de cada paciente. Los efectos secundarios pueden ser fuertes: mareos, dolor de cabeza, visión borrosa, diarrea, enrojecimiento de la piel o desmayos, entre otros; tal vez sean tolerables para algunas personas, pero para otras, no tanto.
Los vasodilatadores orales (pastillas) también pueden ser muy peligrosos para algunos pacientes, por eso es indispensable que sea un médico experto quien los recete e indique cómo tomarlos, ya que sólo él conoce las diferencias entre un activo y otro, y si el estado de salud del individuo le permite ingerir un vasodilatador.
Cuando el Viagra no funciona: ¿hay alternativas?
¡Ánimo, claro que sí! Si el estado de salud del paciente no lo hace candidato a los medicamentos orales -nuevamente, es el médico quien debe determinarlo-, la alternativa puede ser un tratamiento vasodilatador para la disfunción eréctil de aplicación directa, es decir, inyecciones intracavernosas.
Nada de “auch”. Este tipo de inyecciones son totalmente indoloras, el aplicador es muy pequeño, cómodo y se usa en casa.
Este tratamiento en realidad no es tan novedoso, se aplica desde la década de los 80 con bastante éxito. Las inyecciones intracavernosas consisten en un medicamento vasodilatador que se aplica directamente en los cuerpos cavernosos (tejido esponjoso) del pene, al expandir estas arterias, permite un mayor flujo sanguíneo y por tanto, una erección con la suficiente dureza para llevar a cabo relaciones sexuales sin problema. El Urólogo y sexólogo Jorge Barba, Director Médico de Boston Medical Group México, explica “en nuestras clínicas se utiliza una fórmula individual para cada paciente, ajustando los niveles de vasodilatadores en función de su condición física, médica y personal, para lograr los mejores resultados”.
Es recomendado para pacientes que han sido sometidos a una prostatectomía radical o bien, como tratamiento de efecto inmediato de la disfunción eréctil en hombres que han mostrado escasa respuesta a las pastillas o pueden correr riesgo de infarto o accidente cerebrovascular. También es una excelente alternativa para adultos mayores que rebasan los 65 años.
¿Tiene efectos secundarios?
Como todas las drogas de prescripción médica, puede tener efectos secundarios. El más notorio es el priapismo, que es cuando la erección se prolonga por mucho tiempo, aún después de eyacular, aunque cabe aclarar que esto ocurre en menos del 1% de los casos.
Dado que este tipo de vasodilatador para la disfunción eréctil se aplica en casa por el mismo paciente.
Como ya dijimos, el efecto es inmediato (entre 5 y 15 min.) y dura de 40 minutos a una hora.
Es muy importante mencionar que hay muchos medicamentos apócrifos que se venden por internet o en clínicas no especializadas. Investiga antes de ponerte en manos de algún charlatán. Mejor acude a una clínica autorizada y confiable.
Otras alternativas
Esperemos que hasta aquí, esté más o menos claro cómo funcionan los medicamentos de efecto vasodilatador para la disfunción eréctil. Cualquier duda, por favor consulta a tu médico.
Si las pastillas o las inyecciones intracavernosas no son lo mejor para ti, existe otro tipo de tratamiento que ha demostrado ser muy exitoso en miles de pacientes con disfunción eréctil de origen vascular o enfermedad de Peyronie (curvatura peneana): la terapia de ondas de choque.
Se trata de ondas acústicas de baja intensidad que viajan a la velocidad del sonido. Se han utilizado desde hace varios años para disolver cálculos renales . Para tratar la disfunción eréctil, se usan ondas de baja energía que proporcionan beneficios como mejorar la circulación sanguínea, estimulan la regeneración de vasos sanguíneos, contribuyen a la relajación muscular y eliminan terminaciones nerviosas que causan dolor. Diversos estudios han demostrado que las ondas de choque favorecen la liberación de óxido nítrico (exacto, igual que el Viagra), lo cual produce una mejor entrada y almacenamiento de sangre en el pene, lo que permite la erección.
Es un tratamiento seguro, sin efectos adversos sobre el pene, es indoloro y sumamente eficaz.
Conclusiones
Cuesta trabajo creer que habiendo tantas alternativas para solucionar la disfunción eréctil, un hombre se tarda cuatro años en promedio en acudir con un médico. De los millones de hombres que padecen este problema a nivel mundial, apenas un 20% busca tratamiento.
Nadie quiere ser parte del 80% que no busca solución. Tal vez el cuerpo ya no puede realizar las mismas proezas de los veinte, pero sí pude disfrutar más y mejor de una vida sexual satisfactoria en la madurez. Los tratamientos vasodilatadores para la disfunción eréctil son una alternativa segura para recuperar el goce del sexo.
Visita a los médicos expertos en salud sexual masculina y dale la bienvenida al segundo aire.
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¡Hasta pronto!
Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.
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